lunes, 30 de mayo de 2011

Manzana fundacional

Pocos espacios urbanos tienen la trascendencia de la denominada  “manzana fundacional”, donde el Coronel Ramón Estomba  estableciera el fuerte que dio origen al nacimiento de Bahía Blanca.
Bautizado “Fortaleza Protectora Argentina” la primera construcción de nuestra ciudad estaba delimitada por las actuales calles Estomba-Chiclana y Vieytes-Brown, entre O`Higgins y Moreno. Sus muros de barro protegían a los primeros pobladores de los indígenas. Nadie podía aventurarse fuera del fuerte y los primeros ranchos de adobe y totora amarilla asentados a sus alrededores, se ubicaban al alcance del disparo de un arma de fuego.
A mediados del siglo XIX desapareció todo vestigio del fuerte, ya que la denominada “campaña del desierto” liderada por Julio Argentino Roca  elimino la presencia indígena y Bahía Blanca Comenzó su crecimiento.
La hoy avenida Colon dividió en dos la manzana fundacional y, en 1903 se hizo una segunda división para que “achicara” la manzana. Fue el origen de la cortada Vicente López trazada en principio entre la calle Moreno y la Av. Colon. En 1933 se prolongo hasta O`Higgins dando nacimiento a la Calle Luis María Drago.
Sede de edificios tan valioso como majestuosos, la manzana fundacional alberga inmuebles que han sido declarados parte del patrimonio arquitectónico local, mientras que otros llegaron más lejos alcanzando la misma distinción a nivel nacional. Los edificios más que incluye estas cuatro manzanas son:


Aduana Nacional:

Construida entre 1903 y 1904, como sede propia del Banco de la nación, fue la primera obra de jerarquía arquitectónica en la ciudad. El proyecto pertenece al arquitecto noruego Alejandro Cristopersen y la construcción al bahiense Antonio Gerardi.
Pocos años después el inmueble resulto insuficiente para atender a su creciente clientela y se decidió construir un nuevo edificio en la esquina de Estomba y Moreno habilitado en 1921. Ese año la aduana nacional, que operaba en Ingeniero White, se mudo al inmueble que quedo vacante, ocupándolo hasta el presente.
Bolsa de Comercio:


(Ex Banco Español)
Un verdadero ejemplo del rescate de un edificio histórico. Construido en apenas diez meses por Antonio Gerardi sirvió como sede del banco Español del río de la plata. Sito en avenida Colon y Estomba, el proyecto pertenece al ingeniero Carlos Agote y tiene idénticas que la casa matriz de esa entidad. Fue habilitado el 7 de septiembre de 1998.
Desocupado en la década del 80, fue adquirido por la bolsa de comercio de Bahía Blanca, entidad que dispuso su restauración, con un prolijo trabajo dirigido por el arquitecto Jorge Gazaneo. Abrió sus puertas en agosto de 1997.
Banco de la Nación:
Valioso exponente de la arquitectura bancaria del siglo XIX. Edificio cerrado que deja en claro que el dinero está debidamente cuidado, un “banco cofre” cuya imagen se contrapone con la actual ligereza de estas entidades. Habilitado el 17 de enero de 1921, es el único banco local que aún opera en su sede fundacional.
Banco hipotecario de la nación:
Otra maravilla de la arquitectura bancaria del siglo XIX que prestigia el paisaje urbano bahiense. Su construcción comenzó en enero de 1923 a cargo de Santiago Teddi y justo José de Querel. El banco fue inaugurado el 15 de noviembre de 1923. Desocupado por esta entidad en 1990, actualmente es utilizado por la AFIP-DGI
Biblioteca Rivadavia:
Fundada el 4 de abril de 1882, comenzó funcionando en la casa municipal, hasta mudarse a Moreno 80. En 1916 el vecino Luis C. Caronti dono a la institución la mitad de su fortuna, dinero que se invirtió en la monumental sede de avenida Colón 31. La nueva casa abrió sus puertas el 15 de agosto de 1930.
Club Argentino:
Es uno de los exponentes arquitectónicos más relevantes de la ciudad. Diseñado en 1910 por el arquitecto Alberto Coni Molina, fue construido por la empresa de los hermanos Nicolás y Gerardo Pagano. El costo de la obra fue afrontado por los socios de la institución, la cual tuvo su génesis en 1903, cuando el cierre del club El Progreso los incentivo a crear un nuevo centro social. La sede se amplió en 1926 sobre la calle Vicente López. E l inmueble es Monumento Histórico Nacional.
Palacio de tribunales:
Levantados los edificios del Banco de la nación y la aduana, el gobierno nacional cedió el terreno ubicado entre ellos a la provincia, para que construyera la sede de los Tribunales. Ese lote tiene una rica historia dado que allí funcionaron parques, teatros e improvisados rings de boxeo.
Los trabajos empezaron en 1926 y la obra con sus 35 metros de altura (equivalente a un edificio de 3 pisos) fue la más alta de la ciudad
Correos y Telégrafos:
Sede desde 1888 del 21º distrito de Correos y Telégrafos, la ciudad carecía por entonces de un edificio acorde a la importancia del organismo y, luego de ocupar precarias en las esquinas de Alsina y Soler y Estomba y Moreno, en enero de 1920 empezó la construcción de la sede en Moreno y Vicente López. Su habilitación se produjo el 7 de octubre de 1928. En 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Palacio Municipal:
La idea de levantar semejante Palacio fue de Rufino Rojas, tres veces intendente electo. Con un proyecto preparado por técnicos municipales y el compromiso de no aumentar los impuestos para su concreción, presento su idea al Concejo deliberante.
El cuerpo legislativo aprobó la propuesta pero propuso un llamado a concurso nacional de proyectos.
En septiembre de 1904 el jurado eligió el trabajo de los arquitectos Ceferino Corti y Emilio Coutaret. El diseño era de líneas francesas, organizado alrededor de una torre.
Su construcción fue adjudicada a Nicolás Pagano constructor italiano radicado en 1901 en nuestra ciudad.
Rojas coloco la piedra fundacional el 31 de diciembre de 1904, último día de su mandato. A principios de 1905 la piqueta dio por tierra con el viejo edificio comunal y a fines de ese año los andamios permitían levantar la mampostería de la torre principal.
El palacio municipal se termino en 1911, luego de sortear varias dificultades aunque comenzó a ocuparse en septiembre de 1909.
La carrera al cielo
El microcentro fue el sitio donde comenzó, a mediados de la década del 50, el gran cambio urbanístico, con la aparición de los modernos “rascacielos” que borraron la chatura que por entonces caracterizaba el perfil urbano de la ciudad.
Hasta entonces el Palacio de Tribunales, con sus casi 35 metros de altura, era el punto más alto y solo había dos edificios en altura: el Cisneros, de Zeballos y Portugal, construido en 1937, y el ubicado frente a la plaza Rivadavia, erigido en 1942 perteneciente a la Armada Nacional.
A mediados de la década del ´50 la aparición de edificios en altura fue incesante. El crecimiento Poblacional fue haciendo que las inmobiliarias buscaran sacar más rendimiento a los terrenos estratégicamente ubicados.
La “moda” de vivir en departamentos comenzó a tener auge y ese tipo de unidades habitacionales vino a ser una respuesta accesible para miles de jóvenes que, desde la región, poblaban las universidades locales.
 
 
 
 
 

lunes, 23 de mayo de 2011

Historia

Bahía Blanca fue fundada como un fuerte, llamado Fortaleza Protectora Argentina, por el Coronel Ramón Bernabé Estomba el 11 de abril de 1828, para proteger el ganado del indio; y la costa de la flota de Brasil que había desembarcado en el área en 1827.
Desde hace miles de años y antes de la fundación de la fortaleza en el siglo XIX, el espacio actual del Partido de Bahía Blanca fue ocupado por sociedades indígenas. En los aleros de las Sierras de la Ventana y de Tandil pueden apreciarse manifestaciones rupestres, como también vestigios del uso de la cerámica.
El fuerte fue atacado por los indígenas varias veces, el último ataque al fuerte de aprox. 3.000 guerreros comandados por el cacique Cafulcurá y precedidos por su hijo Namuncurá
La llegada del Ferrocarril Sud en 1884, inicia el progreso de la ciudad al establecer la comunicación terrestre con Buenos Aires y lograr una salida al mar al habilitar un muelle en Ingeniero White, para una importante región dedicada a la agricultura y la ganadería. En 1886 se elige al primer Intendente, don Teófilo Bordeu, y en 1895, Bahía Blanca adquiere la categoría de Ciudad.